El cuarto refuerzo se instaló en la pretemporada de Atlético y la historia de su llegada tiene algo de novela. “Lo que me costó traerlo...”, confesó Miguel Abbondándolo, uno de los encargados del armado del plantel, con una mezcla de alivio y orgullo. Y no exageraba: las charlas habían comenzado hace más de un mes, y hasta último momento, su salida de Montevideo City Torque había sido una operación que exigió nervios de acero, paciencia y convicción. Ahora, finalmente, Maximiliano Villa llegó a Tucumán junto al resto de la delegación, luego de terminar la etapa más fuerte de la pretemporada en Buenos Aires. Y está listo.

De hablar tranquilo y sonrisa fácil, Villa se presenta con naturalidad. Recién acababa de arribar al hotel Continental (el “búnker” que el “Decano” eligió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), y de firmar el contrato que lo unirá a Atlético hasta diciembre de 2028. Ahí nomás, accedió de manera cortes al diálogo con LA GACETA.

En 25 de Mayo y Chile no dudan: es la apuesta fuerte a futuro. “Como en Uruguay el torneo está en plena disputa, costó destrabar la salida. Pero sabía que tarde o temprano se iba a dar. Estoy feliz de estar acá”, asegura.

El defensor, nacido hace 28 años en Montevideo, conoce el rigor de las batallas por el descenso y también lo que significa jugar en un club popular. “Hice todas las inferiores en Nacional. Vivía a una cuadra del estadio, crecí ahí, y soy hincha de ese club. Amo el fútbol y al argentino lo seguí siempre; tiene ritmo, pasión, equipos con historia. Para nosotros, los uruguayos, es una liga desafiante. Estar acá es cumplir un sueño”, deja en claro.

Villa no llegó a un vestuario cualquiera. La salida al teatro en grupo, a horas de su arribo, fue su primer contacto con el resto de sus compañeros; y él advierte que lo ayudó bastante. “Me sirvió un montón. Charlamos con los chicos, nos reímos, me contaron cosas del club. Yo los conocía de haberlos visto jugar, pero me gustó conocerlos como personas”, dice Villa, que destaca la calidad humana que le transmitieron sus compatriotas, los otros dos uruguayos del grupo, y especialmente Franco Nicola, con quien compartió equipo en Torque City. “Fue un año duro, peleamos abajo, y eso genera vínculos. Me alegra tenerlo acá conmigo; me está ayudando mucho”

Sobre lo que será el desafío en 25 de Mayo y Chile, Villa sabe que tiene que adaptarse rápido. “En Argentina se juega con mucha intensidad. Es un fútbol agresivo, pero me gusta eso. Los uruguayos rendimos acá por ser aguerridos. Estoy listo para dar lo mejor”, lanza con una sonrisa pícara.

En su última etapa en Torque City disputó 15 partidos, marcó un gol y recibió cuatro amarillas. Aunque su puesto natural es el de lateral derecho, también puede desempeñarse como central, lo que le ofrece a Lucas Pusineri más variantes en la última línea. “Me gusta sumar desde donde me toque. Soy positivo, trato de hablar con mis compañeros, y de aportar en lo humano y en lo futbolístico. A veces se necesita mucho más que un pase bien dado”, advierte.

Apenas llegó, se acopló a la rutina. El plantel arribó a nuestra provincia y quedó liberado hasta mañana, pero él decidió entrenarse este lunes con algún preparador del club. “Quiero adaptarme rápido. Todavía no conozco el predio, y además tengo que buscar casa. Mi señora y mi hija están en Uruguay, y quiero que puedan venir cuanto antes”, asegura con convicción.

Ser padre le cambió la vida. Su hija está por cumplir un año, y su voz se ablanda al mencionarla. “Es algo que no se puede explicar. Todo pasa a segundo plano. Quiero tenerlas cerca, disfrutar en familia. Este paso también lo doy por ellas”, agrega el lateral.

Atlético no le resulta desconocido, Villa dice que sabe muy bien al lugar al que llegó. “Lo seguí en la Sudamericana cuando jugó contra Peñarol. Hizo un gran papel. En Uruguay lo respetan mucho, es un club que está para más. Me gustaría que podamos meterlo en alguna copa internacional. Sería algo hermoso”, remata.

Villa sueña con ser campeón con Atlético

Aunque todavía no tuvo demasiadas charlas con Pusineri, sabe muy bien lo que el entrenador espera de él. “Me venía siguiendo y sabe cómo juego. Me gusta que confíen en mí porque eso me obliga a estar a la altura”, dice con firmeza.

Villa no quiere ser uno más en su paso por Tucumán; pretende dejar huella en Atlético. “Platense fue campeón. ¿Por qué nosotros no? Tenemos jugadores con experiencia, y con hambre de gloria. Si hacemos las cosas bien, podemos soñar. Cuando me toque irme, quiero haber dejado algo; un buen recuerdo, una buena imagen. Vengo con esa mentalidad. Estoy convencido de que lo vamos a lograr”, concluye el defensor por el que tanto lucharon en el “Decano”, ese que está listo para ir por todo, como manda la garra “charrúa”.